El
Col.legi de l’Arquitectura Tècnica de Barcelona (Cateb) ha llevado a cabo una jornada para analizar la relación entre la salud y el clima y compartir con los asistentes algunos de los distintos protocolos de actuación que se están implantando en las obras para evitar o minimizar los riesgos laborales debidos a los fenómenos meteorológicos adversos.
Con una amplia representación de investigadores y expertos en la materia, los asistentes pudieron profundizar sobre el comportamiento y tendencias del cambio climático en Cataluña, los sistemas de alerta para prevenir los efectos de las olas de calor, el impacto que tiene el aumento de la temperatura ambiental con el riesgo de sufrir un accidente o enfermedad profesional, o qué medidas están aplicando las constructoras que participaron.
Algunos de los ejemplos de riesgos laborales agravados por el cambio climático son el estrés térmico, la radiación UV, la contaminación atmosférica, los fenómenos meteorológicos extremos, etc., donde sectores como la construcción siempre han sido muy vulnerables a estos efectos directos derivados del cambio climático. Durante la sesión se han tratado temas como: Salud y clima. Relación entre la exposición laboral a temperaturas extremas y la salud; Protocolos de actuación en el sector de la construcción frente a fenómenos meteorológicos adversos relacionados con las altas temperaturas, y se han tratado una muestra de recursos y equipos de protección.
Poner en valor los protocolos de actuación ante el calor El año pasado la CNC, UGT-Fica y CCOO del hábitat acordaron un "protocolo de actuación en el sector de la construcción frente fenómenos meteorológicos adversos relacionados con las altas temperaturas". Tanto este protocolo como todas las normativas existentes muestran la importancia que las empresas tengan en cuenta la exposición de su personal al calor extremo, y que planifiquen y organicen bien las tareas.
Entre otras medidas importantes, es recomendable que las empresas modifiquen los procesos para eliminar o reducir los efectos del calor y, siempre que sea posible, instalen fuentes de agua potable y fresca; es importante disponer de zonas de descanso climatizadas o con ambientes frescos; facilitar o recomendar el uso de gorras y ropa de trabajo ancha, de color claro y de material transpirable o poner a disposición de los/las operarios/as cremas protectoras de factor suficiente para protegerse de la radiación ultravioleta.
Asimismo, la empresa ha de formar e informar a todo el personal sobre los riesgos que existen derivados de la exposición a las altas temperaturas en su puesto de trabajo, y de las medidas a adoptar en cada caso.