El verano ya ha llegado y las temperaturas en España ya superan los 35 grados en muchas Comunidades Autónomas. Al igual que la calefacción es indispensable durante el invierno, en junio, julio y agosto el aire acondicionado se convierte en el mejor amigo de quienes quieren estar en sus casas sintiéndose frescas y a gusto. Esto, sobre todo, es importante en aquellas viviendas que tienen una orientación este y que, además, están ubicadas en el ático de un edificio.
Cuando el tejado no dispone de aislamiento, la casa puede volverse un horno en verano. Pero ¿es el aire acondicionado la solución al calor del verano? La primera respuesta que se nos viene a la mente es que sí, al menos, refresca la estancia de cualquier hogar, aunque es verdad que al apagar este aparato pronto vuelven a calentarse. Esto se traduce en tener que mantener este aparato la mayor parte del tiempo encendido. ¿Qué pasa, entonces, con la factura? Eso es lo que tenemos que analizar.
Cuándo gasta el aire acondicionado estos meses del año. Consumo del aire acondicionado en verano El consumo del aire acondicionado en
verano va a depender de varios factores. El primero es la
eficiencia energética (SEER) que tiene. Cuanto mayor sea este, más eficiente será este aparato y menos gastará cada vez que se utilice. Asimismo, la
capacidad del aire acondicionado y su uso también son importantes. Por esta razón, se recomienda que se adquiera un aparato de estas características adecuado para los metros cuadrados de una vivienda, para evitar gastar demasiado.
No obstante, en el momento de adquirir un aire acondicionado nos encontraremos con un vocablo que, quizás, no reconocemos: las frigorías. Se trata de una medida energética que cuanto mayor sea más consumirá para poder enfriar el aparato. Por lo tanto, si tenemos en cuenta que 1 frigoría/hora son 0,001163 kW,
un aparato de 2250 frigorías tendría un consumo por hora de unos 2,61 kW. En el caso de utilizar la opción de 2250 frigorías todos los días unas 4 horas, habría que multiplicar el consumo por el precio del kilowatio hora que, actualmente, se encuentra de media en los 0,13 €/kWh. El resultado a final de mes sería de unos
40 euros que se deben sumar a la factura. Tripomant, ¿la solución para ahorrar en verano? Si el lugar de poner el aire acondicionado 4 horas se pudiese poner solo 1 hora o dos, el ahorro sería sustancial. Es más, puede que incluso haya días en las que no sea necesario. Esto es algo viable con los aislantes
Tripomant que ofrecen una protección total de la vivienda frente al calor exterior, evitando que este penetre en el hogar. Asimismo, también
evita que el aire fresco del interior salga al exterior , manteniendo una temperatura agradable durante mucho más tiempo.
Con Tripomant se puede prescindir del aire acondicionado , aprovechando las noches para refrescar la casa (y por las mañanas muy temprano), cerrando todo antes de que el calor empiece a apretar para disfrutar de un hogar fresco durante todo el día. Todo esto se consigue con unas láminas de un espesor mínimo que, además, son duraderas, inatacables por insectos y no requieren hacer obras.
¿La buena noticia? Al contrario que el aire acondicionado,
Tripomant es útil todo el año , puesto que te ayuda a ahorrar en verano y en invierno, manteniendo siempre una temperatura de lo más agradable.
Además, cada año salen ayudas para mejorar la eficiencia energética, como en Galicia, que pueden ser interesantes para obtener una reducción en la inversión hecha en Tripomant. En nuestra tienda puedes ver todos los precios de las diferentes
gamas de Tripomant , sus características y aplicaciones.
Este verano, olvídate del aire acondicionado y del calor abrasador.
Con Tripomant tus facturas no se verán alteradas a final de mes y podrás ahorrar, aunque te quedes en casa. Contacta con ellos si tienes alguna duda.
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