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La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) lamenta que sólo cuatro empresas del sector cumplan los criterios para hacerse cargo de las obras hidráulicas dirigidas a la reconstrucción de las zonas de Valencia devastadas por la DANA, tal y como establecería la Junta Consultiva de Contratación Pública del Estado, dependiente del Ministerio de Hacienda.

En este marco, la patronal explica que el sistema de clasificación exige capacidad para ejecutar todas las grandes obras hidráulicas posibles: es decir, sólo los grupos empresariales y capacitados podrían ejecutar las cuatro opciones dentro de esta categoría: presas, canales, defensa de márgenes de encauzamientos y conducciones con tuberías a presión de gran diámetro.

Únicamente existen en España un centenar de empresas capaces de asumir parte de las grandes obras hidráulicas tras la DANA de manera disgregada. De hecho, para la construcción de presas hay tan sólo 10 empresas; para los canales hay 7 empresas; para la defensa de márgenes y encauzamientos, 67 empresas; y para las conducciones con tuberías de presión de gran diámetro, 20 empresas. Y sin embargo, únicamente cuatro firmas tendrían la capacidad de ejecutar todo de acuerdo con el actual sistema de clasificación, siendo el resto expulsadas de manera discriminatoria.

En opinión de CNC, se trata de un nuevo capítulo de un sistema obsoleto, injusto y abusivo, que perjudica a la mayoría de las empresas del sector. La patronal afirma que este sistema afecta negativamente a la libre competencia empresarial y, en consecuencia, a la calidad de las obras, al expulsar masivamente a empresas con acreditada solvencia y experiencia en todo el mundo y siendo los abanderados de la Marca España. Un círculo vicioso que afecta, en última instancia, a la población golpeada por los estragos de la DANA.

Problemas agravados en los últimos años

CNC sostiene que los problemas con el sistema de clasificación en España se han agravado en los últimos años, ya que los órganos de contratación siguen licitando obras con exigencias de clasificación incorrectas que, en la mayoría de los casos, limitan innecesariamente la competencia.

Igualmente, el plazo de cinco años como experiencia valorable que exige la norma actual discrimina a muchas compañías capacitadas para efectuar los contratos públicos licitados por la administración. Por ello, CNC urge a valorar hasta los 10 años el plazo de experiencia, considerando que el de cinco es un plazo exiguo por las crisis económica y sanitaria que, además, impide licitar por importantes contratos.

Asimismo, dadas las restricciones que implican para las empresas clasificadas la exigencia a ultranza de medios personales y materiales, la patronal pide un compromiso a la Junta Consultiva de Contratación Pública del Estado para limitar o eliminar esta exigencia, seguramente justificada en los años sesenta, de donde viene esta norma, pero no justificada en la actualidad donde Se colabora habitualmente con pequeñas empresas y especialistas en trabajos complejos.

En el caso frente a la DANA la situación se vuelve más dramática, porque de acuerdo con los criterios de clasificación marcados por el Estado no habría empresas adecuadamente reconocidas para reconstruir la Comunidad de Castilla la Mancha y sobre todo la Comunidad de Valencia. Pero nada más lejos de la realidad, pues la construcción en España cuenta con las mejores empresas del mundo.

Así pues, CNC reclama urgentemente la modificación del sistema de clasificación como parte de una reforma integral que precisa la contratación pública en España, marcada también por el abuso de los medios propios o la falta de un mecanismo para revisar los precios de los contratos públicos que aporte estabilidad y certidumbre a la reconstrucción de las zonas devastadas por la DANA.

Según el presidente de CNC, Pedro Fernández Alén, "llevamos tiempo alertando de que la contratación pública en España está enferma, entre otras causas, por un sistema de clasificación que urge reformar. Nuestro sector tiende la mano al Gobierno para acelerar al máximo las obras para la reconstrucción de Valencia. Tenemos las mejores empresas constructoras y de infraestructuras del mundo para conseguirlo, aunque no se las está reconociendo como merecen. Es triste no poder ser profeta en tu tierra".