Una joya mid-century en Londres: el arquitecto Louis Hagen Hall renueva una casa adosada de los años sesenta respetando su esencia
Si se conduce un poco hacia el norte desde el centro de Londres, se acaba en Hampstead, el elegante (y codiciado) barrio del distrito de Camden que, además de preservar el encanto de un pueblecito del siglo XVIII, cuenta, sorprendentemente, con un puñado de edificios mid-century emblemáticos. Hampstead fue una de las primeras zonas de la ciudad que se conservaron arquitectónicamente en virtud de la Ley de Urbanismo y Ordenación del Territorio de 1968. Tras la Segunda Guerra Mundial, la construcción de diseños progresistas cobró velocidad en Europa; un buen ejemplo es el grupo de nueve casas, cinco de ellas adosadas, firmadas por el sudafricano Ted Levy, de Ted Levy, Benjamin & Partners que se encuentran en este encantador rincón del mundo. Y aquí comienza esta historia…
Una joya de mediados de siglo reformada para la vida moderna
Este grupo de viviendas han sido renovadas esporádicamente a lo largo de los años, generalmente con poca sensibilidad, lo que explica que apenas quede nada del encanto moderno en su interior. Solo una conserva muchos detalles intactos de su época de origen: Pine Heath, una construcción de cuatro plantas y 224 m2 adquirida por una joven familia. Inicialmente, los propietarios encargaron al arquitecto Louis Hagen Hall que rediseñara únicamente la cocina y los baños, pero pronto todos se dieron cuenta de las posibilidades infinitas de una reforma integral. “Nuestro primer encuentro fue en Canyon House, en Primrose Hill, otro proyecto en el que estaba trabajando en ese momento”, cuenta el arquitecto. "A raíz de nuestro encuentro, surgieron un montón de bocetos e ideas. Estaba claro que estábamos en la misma onda creativa y conceptual", recuerda. Con la vista puesta en la eficiencia energética y las intervenciones a prueba de futuro, todas las partes arrimaron el hombro para cumplir con el nuevo plan a tiempo.
Intervenciones medidas y oda a la madera
Durante la reforma se mantuvo en gran medida la distribución en ángulo de los años 60 de las habitaciones, poniendo el foco en los ejes visuales y la fluidez de movimiento en las estancias. Se sustituyeron las viejas puertas por otras correderas de suelo a techo, que permitir vistas desde la parte delantera a la trasera de la casa inundando de luz las estancias. La funcionalidad de la vida en familia fue otra de las prioridades, así que también se idearon soluciones de almacenaje efectivas para el presente y el futuro. El arquitecto se inspiró en los paneles de madera originales, hechos de pino brasileño sudamericano visiblemente envejecido, para los nuevos elementos. Así, la carpintería añadida es de chapa de cerezo teñida, fascinantemente parecida a la original.
La intención desde el principio era preservar el lenguaje de diseño de los años 60 sin caer en la imitación artificial, dice Louis Hagen Hall. "No queríamos crear una réplica o un telón de fondo retro, sino una respuesta contemporánea a la arquitectura original". Con su saber hacer, el arquitecto consiguió extraer la esencia del edificio, no para convertirlo en un museo, sino para crear un hogar con personalidad para la joven familia.
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Artículo publicado originalmente en AD Alemania