Las puertas automáticas correderas de exterior son la solución idónea para acceder a un edificio puesto que son las más rápidas de apertura. Personas con movilidad reducida, con carros de bebé o cargados con bolsas pueden acceder sin necesidad de empujar la puerta. Por otro lado, siempre se cierran cuando alguien entra o sale, por lo que se mejora la seguridad. Además favorecen la eficiencia energética ya que por un lado, al permanecer siempre cerradas se mantiene la climatización interior y por otro, gracias a la luz natural que permiten que traspase, contribuyen a un menor consumo.