El placer de caminar sobre madera es sólo comparable a caminar sobre la arena de la playa o la hierba…. Naturaleza a tus pies.
La madera aporta autenticidad, diseño y confort. Su capacidad aislante e inercia térmica regula y suaviza las fluctuaciones de temperatura en los espacios, pudiendo asimilarse a un acondicionamiento bioclimático pasivo, reduciendo la demanda energética.
Los suelos de madera son duraderos y resistentes, pero sobre todo estéticos, por lo que son un aliado del interiorismo. La diversidad de formatos, acabados y texturas favorece la sensorialidad de los espacios, transmite calidez y bienestar.