Impermeabilidad: Gracias a la compresión de la mezcla de hormigón. Resistencia a las bajas temperaturas: Gracias a la compresión de la argamasa y a las características de las materias primas utilizadas. Larga duración: Por la propia naturaleza de su composición. Resistencia mecánica: Nuestras presentan mínimas roturas durante las cargas y el transporte. Resistencia a las agresiones físicas y químicas: Como consecuencia de la masa y, por tanto, de la superficie compacta y hermética, las tejas son resistentes a las sustancias atmosféricas agresivas (por ejemplo: la salinidad, los agentes contaminantes atmosféricos de las industrias...). Estabilidad del tamaño: El sistema de formación de presión con paletas y el proceso de producción en frío permiten garantizar exactamente el mismo tamaño y forma repetibles hasta el más mínimo detalle, así como la estabilidad del tamaño. Ello permite diseñar las tejas de forma que pueda lograrse su enganche con la máxima precisión y sin que sean necesarias grandes tolerancias.